Los restos del Titanic fueron localizados el 1 de septiembre de 1985 a la 1:05 a. m. por una expedición
franco americana dirigida por Jean-Louis Michel del IFREMER, y por el Dr Robert Ballard de laInstitución Oceanográfica de
Woods Hole. Los restos del Titanic fueron localizados a una profundidad
de 4.000 metros,a 625 km al sudeste de Terranova. Se utilizó el equipo sumergible ARGO
que iba provisto de cámaras sensibles a la oscuridad.
Una vez explorado preliminarmente
se descubrió que el Titanic no estaba entero, sino que estaba
partido en dos, lo que sugirió que se partió al momento de hundirse:
curiosamente, prácticamente ningún superviviente a excepción del joven Jack Thayer recuerda este suceso; según los
propios dibujos de la época, aparecidos en la prensa, el barco se hundió
aparentemente de una pieza y con la popa al aire.
Una visión fantasmal surgió desde el fondo pudiendo verse la
sección de proa del famoso buque llena de carámbanos de óxido y en relativo
estado general, en todo caso peor de lo que se imaginaron muchos interesados en
el tema, que esperaban un barco casi entero y en buen estado en el fondo.
El descubrimiento de los restos del navío en 1985 por el equipo
liderado por Robert Ballard y Jean-Louis
Michel han devuelto el Titanic al presente, realizándose numerosas
exposiciones de objetos rescatados del pecio y apareciendo numerosas sociedades
históricas y culturales que difunden e investigan todo lo relacionado al mítico
transatlántico.
Los restos del Titanic se encuentran partidos en dos secciones,
separadas entre sí por 600 m:45 la corrosión marina ha hecho sus
efectos llenando de carámbanos de óxido (rusticles) cada espacio del navío y la
tumba que es en sí el barco está muy oxidada y degradada, algunos perfiles son
apenas reconocibles, la cubierta de madera y todos los objetos exteriores de
ese material han desaparecido y está solo presente la base de hierro cubierta
en parte por los restos del fango (la parte inferior) y otras concreciones
marinas. Exploraciones en el interior de la cubierta A mediante robots ROB de
la sección de proa realizadas por James
Cameron han arrojado
sorprendentes imágenes de los interiores, bastante mejor conservados que los
exteriores, las paredes aún conservan el enchapado de roble tallado a mano,
algunas habitaciones aún tienen sobre la chimenea un reloj enchapado en oro y
en la zona de baños turcos los vitrales aún demuestran su esplendor de antaño.
Hay restos reconocibles de pianos, catres e instalaciones eléctricas.
La sección de popa está severamente dañada y es apenas
reconocible: por las características del daño los investigadores sostienen que
esta parte del barco cayó casi de plano sobre el fondo (desde una altura de más
de 3 km), desarmándose y aplastándose con la fuerza del impacto. También se
cree que, a diferencia de la sección de proa, la popa al hundirse no se hallaba
completamente inundada, lo que pudo provocar durante el descenso un súbito
aplastamiento del casco al alcanzar una determinada profundidad, debido a la
enorme presión del agua. La sección de proa está en un relativo mejor estado
respecto de la popa y sus estructuras son reconocibles aún. Falta una sección
media del barco que se cree está enterrada en el limo y cerca de esta sección.
Los investigadores asocian el mejor estado de la sección de proa a que ésta
«planeó» en el agua y se posó con relativa suavidad en el fondo.
En la sección de popa, el campo de escombros asociada a esta
porción, contiene una gran cantidad de objetos que se desprendieron de su
interior. Maletas, ollas, porcelanas y botellas están entremezcladas entre los
hierros de alrededor. Al investigar la sección de proa, algunos exploradores
creen haber encontrado la fisura provocada por el témpano de hielo y han
lanzado algunas teorías que han refutado la idea de que el témpano rajó la obra
viva. Se ha aceptado que el témpano desprendió y soltó los remaches de las
planchas del casco combándolas y permitiendo que el agua penetrara. En el
interior, las piezas de madera que subsisten son escasas y están en avanzado
estado de descomposición. La idea original de reflotar el casco es
absolutamente impracticable.
Algunos fragmentos del casco que han sido analizados han
demostrado el por qué del naufragio: según los investigadores el acero empleado
en la construcción contenía una alta proporción de azufre y fósforo, elementos
que conferían a este acero una alta fragilidad al navegar por aguas muy frías;
bastó una moderada tensión transversal (el fondo del témpano) para que los
remaches saltaran y se produjese la fatal vía de agua. En pocas palabras, el
desastre del Titanic fue de tal magnitud que obligó y sigue
obligando a los actuales constructores de navíos y autoridades gubernamentales
a tomar y establecer las más estrictas normas de seguridad.
Después de Ballard, los restos del Titanic han sido sistemáticamente saqueados,
extrayéndose cientos de artefactos, tales como porcelanas, botellas, maletas,
etc.
El estado general de los restos del Titanic ha preocupado últimamente a la
comunidad científica pues se ha verificado un aumento de la velocidad de
corrosión pese a la escasa proporción de oxígeno en las frías aguas. Esto es
debido a las fuertes corrientes imperantes como la de Loreley que recorre todo
el fondo marino del sector.
En 2010, un equipo de investigadores descubrió la bacteria Halomonas titanicae en los restos, y se sospecha que esta
bacteria sea la responsable de acelerar la deterioración de la estructura.
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